Un día distinto

El día comenzó con mi fiel compañero de día domingo,Alvaro, mi hijo menor, ese que me jura que me adorará por siempre,todo porque su inocencia aún no le permite saber que llegará otra mujer a la que él amará y seguirá ,ojalá por siempre...

Partimos a la feria,compramos hasta verduras extrañas para hacer más variada la mesa, hoy haría una excepción,cocinaría, ese acto tan cotidiano para muchos y que yo tanto odio, teníamos invitados, tendríamos un almuerzo familiar.

Corrí para tener la mesa hermosa ,las ensaladas listas ,la sidra de manzana helada,esa que mi mamá adora y recibir a mis celebradas madres,si, mi abuela octogenaria y mi risueña y acelerada madre,y junto a ellas,mi padre.

Hace muchos años que no veía la mesa como hoy, todos mis hijos, Karyme,Javiera y Alvaro, y mi familia,si,porque más allá de que mi árbol genealógico diga que somos muchos en las ramas ,mi núcleo de vida estaba sentado frente a mi, estaba feliz.

Reímos mucho, nos quedamos mis padres y yo en la mesa, este ha sido un cuadro que pocas veces se ha dado en la vida, por lo mismo lo recuerdo siempre con detalles, sé exactamente cada año en que ocurrió,porque sé además que pasarán varios años en que vuelva a suceder,en fin, aprendemos a vivir los minutos juntos,los años no solo nos han dado canas a todos,sino que tambien nos han dado a todos más calma,más paciencia,en resumen más tolerancia para con nosotros mismos.

Me habría parado de la mesa a mi sagrada siesta del domingo,pero les regalé mi dedicación,los saqué a pasear,a conversar,ojalá lo hayan disfrutado,ojalá lo recuerden con afecto como yo lo haré.

Feliz día de la Madre.