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Mostrando entradas de julio, 2008

Profundamente

¿Alguna vez has respirado profundamente y sentido que tus pulmones no solo toman aire, sino que se limpian, que ese nuevo aire que te invade mas bien te limpia el alma, y se lleva lo toxico , las malas vibras, y que quedas entonces en la renovación? Pues yo he respirado profundamente, muy profundamente y ha sido como salir de la ciudad al campo y sentir un aire puro, fresco, hasta con aroma, con calor, y ese aire tiene nombre, tiene el nombre de mi amor, de ese hombre que marcó mi vida desde el primer segundo en que le vi,ese hombre que me regaló el néctar de su vida y al cual jamas he dejado de amar, ese mismo hombre que pensé haber perdido y que hoy vuelve a mi. Él es mi aire. Me siento viviendo un sueño, me declaro intensamente feliz, y este fin de semana maravilloso de pololear como hace trece años atrás , de oír nuestra música, nuestra historia de vida hecha canciones, de caminar de la mano dulcemente, de sentir su abrazo tierno me nutre el corazón, creo en nosotros, nunca olvides

Solo un paso

Hace unas noches atrás me permití apostar a ganador, fue difícil conciliar el sueño, los nervios me comían, había decidido averiguarlo, los años pasados ya habían sido tiempo suficiente de esperar desde el otro lado de la vereda. Amanecí muy nerviosa pero contenta, con un gran miedo y muchas ansias fui en su búsqueda, y cuando lo vi sentado apaciblemente ahí mi corazón latió más de prisa, nunca ha dejado de provocarme sentimientos intensos, muchos veces malos, muchas veces dulces. Emprendimos viaje a casa, la noche estaba en plenitud, al fin sentí que podíamos hablar con relajo, que eramos en gran medida los de ayer y pudimos reír, contarnos los detalles para mi mágicos de vernos en los actos de nuestros hijos y disfrutar un pedacito del otro que nos acompañará por siempre. Sentía que las miradas cómplices se potenciaban y yo quería saber, si, saber si todo era verdad o una mera idealización de los mas felices años de mi vida. Admito que generé situaciones para poder atreverme a rozar