NOCHE DE JAZZ

 Mañana hay concierto en el hotel, un recital de la Bigband de Antofagasta, quiero ir, me encantan, pero lo singular es que quiero ir con alguien a quien conozco superficialmente hace mas de quince años, durante estos muchos años nos hemos saludado muy cordialmente, él siempre caballero, tan gentil y con una hermosa sonrisa, sin embargo declaro que no es cualquiera, confieso que el dia que lo conocí me gustó, claramente me gustó su aspecto, su actitud, pero lo mas singular es que algo en la barriga dijo...tenemos que conocerlo!!

Siempre me pareció fuera de lugar acercarme , abordarlo, además en aquellos años mi falta de amor propio era notable, no habría tenido jamás la confianza de pretender invitarlo a conocernos, y curiosamente la vida nos ha llevado a movernos a la misma ciudad , yo entiendo que suena psicópata saber en qué año trabaja en tal lugar, pero lo que ocurre es que nos veíamos muy frecuentemente , pues nuestras oficinas estaban cercanas, y como siempre, un saludo cordial, una sonrisa y hasta ahí.

Han pasado muchos años, muchas historias, penas y alegrías, lo simpático es que ninguno sabe nada del otro, y por esas cosas de la vida hace algunos meses que aparece una y otra vez en mis redes sociales, de tanto tener amigos comunes, pues somos de la misma ciudad de origen, hasta que hace un par de meses decidí pedirle admisión, tras unos pocos minutos, solicitud aceptada ! pero nadie dijo nada, ni una palabra entre ambos.

Bueno, mañana sábado es el concierto de jazz y tengo la fijación de ir con él, así de ilógico, pues desconozco los detalles de su vida privada, la cual cautela sigilosamente, por cierto. 

Llevo media hora sentada frente al notebook , con su perfil abierto preguntándome si debo o no hablarle, pero una corazonada mayor me impulsa a construir ese encuentro, con mucho miedo al rechazo, pero quien no se arriesga no cruza el rio... 

Hola, como estas? lo saludé cautelosamente y me respondió en unos segundos muy entusiasta, y entendí que él no sabe ni remotamente quien soy yo, pues dijo...Hola amiguita, como estas? !! ....mmmm pero si no somos amigos, pensé jajajja

Tras un par de minutos me dijo...te envío mi contacto, hablemos por wsp , me gustaría invitarte a almorzar al club uno de estos días, lo que me pareció fantástico, fue mas de lo que esperé en este primer saludo.

Al cabo de un rato me hizo varias preguntas, en las cuales entendí estaba confundido y quería descubrir cual era nuestro vinculo a lo que acoté con desparpajo: no te esmeres, pues no estudiamos juntos, ni nada, apenas fuimos presentados comercialmente hace ya muchos años en nuestra tierra natal, sin embargo yo tengo la curiosidad de saber de ti.

Imagino que lo ha descolocado tanta desfachatez , sobre todo en esta sociedad en que las mujeres no deben actuar así, en que mi generación de ya medio siglo prefiere ver pasar la vida en espera de que las cosas ocurran según lo establecido.

Al día siguiente estuve en espera de ese llamado para salir a almorzar, pero no ocurrió. Fue un sábado lleno de ruidos mentales , asi es que me ocupé con mil cosas para no pensar , hasta que el cansancio llegó y me dormí un rato plácidamente, al abrir mis ojos escucho un mensaje en el celular, y era él , mi corazón se aceleró, pues ansío conocerlo, saber de su vida , saber si todo lo que he imagino existe...

Al cabo de unos minutos me invitó a un café, me hice la desentendida, pues yo perseguía más, y seguí la conversación con entusiasmo, hasta que de pronto le digo, puedo hacerte dos preguntas? él con serenidad respondió, por supuesto...

Te gusta el jazz? , respondió: si claro , muy buena música, yo persistente continué...pues entonces , te gustaría acompañarme a un concierto esta noche en el Hotel , será en la terraza, un trago, buena música y una entretenida conversación, te tinca?

No demoró nada en decir, lo siento pero no puedo, tengo  otro compromiso con mis amigos, discúlpame; en fin, era parte de mis posibilidades, así es que salí digna diciendo, tranquilo, tu respuesta era parte del 50% de mis probabilidades, pero en realidad me frustré, pues quiero ir con él esta noche al concierto.

Seguimos conversando y no se bien cómo, pero dice que su comprimo es a las 9 de la noche y yo siempre persistente digo: me parece fantástico, porque el concierto es a las 8, así es que si te entusiasma puedes acompañarme un rato y luego te vas a tu encuentro, yo me quedaré disfrutando de tan buena música; para mi sorpresa Eduardo sin mucha demora respondió, está bien, voy!! 

Que emoción, he logrado mi propósito, ahora viene el mar de dudas, porque puede ser que todo esto sea solo mi fantasía romántica, y que en la practica nuestras almas no se lleven, no halla magia, pero seguiré creyendo en mi instinto. Me preparo para ir a su encuentro, salí antes para resolver ciertas cosas, quedamos de juntarnos allá, compré las entradas , salí en búsqueda de una buena mesa y para mi sorpresa ya estaba ahi!! wow...corazon a mil, nos vemos, nos regalamos una cálida sonrisa, se puso de pie cuan alto es y me regaló un cálido abrazo, el que apaciguó mi alma.

Debo decir que ver sus ojos vivaces me fascina, que me hiciera reír y me mirara con sus ojitos chispeantes fue un gran regalo. A las 8. 50 la orquesta hizo un receso, yo esperé que me dijera, debo irme a mi compromiso, y lo que dijo fue, quieres otra copa de espumante? mmmm tremenda señal, se queda en vez de partir a su compromiso, yo feliz !!

Conversamos seducidos mutuamente, me preguntó mil detalles de mi vida , yo cuan extrovertida soy respondí a cada interrogante pero hice la salvedad de que yo no interrogo, le comenté, tu me contarás lo que te nazca, lo que quieras, lo que te haga sentir cómodo.

Ya había pasado mas de una hora del encuentro y Eduardo me relato detalles de su vida y de pronto dice: bueno, yo me casé a los 33 años, tengo tres hijos, vivimos en la salida sur, además llevé a mi suegra a vivir con nosotros y luego mi cuñada....wow....ahi pensé que era un chiste cruel, no dije ni una palabra pero asumo que mi siempre expresiva cara me delató a lo que dijo con cara de circunstancia, supongo que eso no lo esperabas....yo atónica traté de sostener la sonrisa , pero respondí que de haberlo sabido no lo invito.

Ahora bien, la emoción, el disfrute, los años esperados no me movilizaron, me quedé ahí sentada feliz, conversando con este señor que resulta ser eso y mas de lo que siempre imaginé.

Pasaron las horas, nunca se fue a su supuesto encuentro, al llegar la media noche anunció que debía retirarse, me acompañó al auto, frente a la puerta del conductor nos miramos a los ojos , radiantes, iluminados ambos , nos dimos un largo y fuerte abrazo y de pronto Eduardo dice: te agradezco la invitación, la noche, una velada increíble, me voy feliz de haberte conocido , me abraza nuevamente , mientras yo hubiese querido quedarme mucho rato reposando en su pecho, envuelta en sus brazos, luego comenzamos a separarnos y nos miramos dulcemente y fue inevitable dejarnos llevar por un dulce, apasionado y extenso beso, que luego se acompañó de uno y otro mas....mmmm lo recuerdo y suspiro con tan glorioso momento.

Bueno, era la hora del adiós , reímos, pues era evidente que no queríamos partir, pero era necesario, fui, me subí a mi auto, cerré la puerta y de pronto oooh sorpresa!!! estaba sentado a mi lado, con una sonrisa eterna, con ese brillo glorioso de sus ojos y dijo...no puedo irme, quiero mas de ti, quiero besarte una y otra vez, no quiero dejarte aun....yo pensé: ooh vida, que regalo me diste!!

Los besos no llegaron solos, nos entregamos a la pasión de intensas caricias , de una lluvia de besos, de pasión desenfrenada, de explorarnos, de jugar a ser adolescentes sin pensar, de descubrir, de saborearnos, de sentir que ese encuentro no podía terminar jamás.

Ha pasado el tiempo, se que no es correcto, pero también se que no quiero ser un adulto responsable, solo quiero amarlo, vivir, escucharlo, ser feliz cada vez que llega  a casa, seguir bailando con las canciones que Alexa nos regala, ser irresponsables que se dejan llevar por un amor que se forja día
a día.

Bendito jazz, si ya te disfrutaba, ahora te debo la felicidad.