Miel pero sin hojuelas

Hace mucho que no escribía, ha sido un año lleno de emociones, algunas muy oscuras y afortunadamente muchísimas otras dulces y estimulantes, el 21 de enero nació mi nieto Benjamín, su estado de salud fue muy delicado pero la vida nos regalo la mejor de las opciones y pudimos salir adelante sin grandes tropiezos.
Benjamín llego a revivir esta casa , a llenarnos a todos de alegrías, de su carita dulce, de sus sonrisas, de la alegría de ver crecer su traslucido cabello poco a poco, de permitirnos enamorarnos locamente de él, somos abuelos, yo lo soy consanguineamente pero Edgardo lo ha sido por amor.
Todo ese sufrir se metamorfoseo en solo dulzura, ya tiene siete meses de vida y cuando nos ve se ilumina, extiende sus brazos y te come a besos, esa ha sido la parte mas regocijante de este año.
Nunca la vida es perfecta, te obliga a través de experiencias amargas a valorar a crecer a mirarte hacia dentro y decir ..puedo ser mejor, pero nuestros egos y orgullo se convierten en lastres que dificultan el volar.
Sigo enamorada, tanto como ayer, como hoy y estoy segura que como mañana, pero no basta, vivo días de caminar en una cuerda floja, vivir en pareja es algo complejo y es ahí cuando revives la tan explotada frase de que la felicidad son solo instantes, pero a veces una pequeña nube hace parecer que se ha nublado todo y que la tormenta se aloja, yo hoy no se si la tormenta además de mojarme se ira o vendrá un torbellino que arrastre consigo lo construido y me obligue a recomenzar, no quiero perderlo, pero no todas las decisiones dependen de mi.
Estoy sin aliento, y en pocas horas recibiré el informe del clima emocional, habrá tormenta o saldrá un arco iris? De nada sirve lo que yo quiera, solo sirve lo que se decida..así es la vida, inestable y compleja.Quizás así soy yo también, inestable y compleja,quizás ya estaba escrito y hay que seguir sola , quizás ese siempre fue mi destino, no lo se, tampoco quiero saberlo,puesto que no quiero aceptarlo, otra vez no...no.

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