Dulce sabor

Estamos a un paso de un cierre de año, la casa ya se ha vestido de navidad y existen regalos escondidos en los closets y ese misterio ansioso se respira en el aire.

Esta navidad tendrá un sabor especial, sé desde ya que la emoción se apoderará de mi, y tengo muchas razones para emocionarme, parto por recordar que hace nueve meses atrás mirando a los comensales que me acompañaban en una sencilla cena ambicioné con recuperar esa vida y una vez más recibo un gran obsequio, esta navidad tendré a mis grandes amores a mi lado, a mi hijos sanos y felices, la incondicionalidad de mi madre, el amor ciego de mi abuela y al gran amor de mi vida tras cinco años compartiendo esa noche, compartiendo con mi familia,sintiéndome plenamente feliz con ellos, ese sin duda es el gran regalo que la vida me concede.

Puedo emocionarme también por los cambios que vienen, por las culpas, por el miedo, por la ilusión y por una gran cuota de confianza de querer pensar que todo saldrá bien, este año se cierra con felicidad por el amor, por el amor de un hombre único para mi al que recupero, por el amor para un nuevo ser que vendrá a nosotros .

Me reconcilio con la vida, hemos peleado tantas veces pero somos amigas a pesar de todo, y aunque no ha sido fácil procesar las fracasos sé que todo es una oportunidad de crecimiento, y que saldremos adelante porque tenemos lo esencial, una familia unida.

Sin duda el espiritu de navidad se vivirá intensamente, sean todos muy felices ahora y siempre.