Compartiendo lo compartido

Hacia mucho frio,este ha sido un invierno crudo y cruel, estábamos conectados como cada noche,y es una expresion que se extiende más allá de lo tecnologico, si,estamos conectados en nuestro pensar y mucho ya en nuestro sentir.

Dentro de las largas y variopinto conversaciones hemos compartido nuestros textos y fotografias , esas formas de expresion que vuyen desde la incesante necesidad de compartir ese pujante mundo interior,bueno o malo ,pero nuestro.

Este seductor ser me ha regalado un escrito ,me ha dado permiso para compartirlo hoy con ustedes, y yo quiero publicarlo para retratar un trocito de su esencia.

Breve relato de algo cotidianeo

Venia hace un rato camino hacia mi trabajo , por Castillo Velasco en dirección al poniente ,en el semáforo de Pedro de Valdivia tuve que detenerme por una simple luz roja, observo por el espejo retrovisor que tras mio hay un señor de mucha edad manejando y eso me llama la atención , hacia el lado hay una buenamoza mujer con la cual cruzamos breves miradas , cuando dan la luz verde no alcanzan a pasar unos segundos, no más de dos ,y el viejo freneticamente comienza a hacer sonar su bocina , razón por la cual todo lo hice más lento ,con la mirada de aprobación y cómplice de la mujer del lado , luego de avanzar algunos metros ,para mal de él ,el conductor que me antecedia enciende sus luces intermitentes y comienza lentamente a subir a la vereda , a esta altura los escasos pélos que poseia el anciano conductor , los tenia erizados, y seguia haciendo sonar su bocina.

Apenas pude seguí mi marcha sin dejar de observar esporádicamente al anciano , en calle Salvador me alcanza y lleno de rabia comienza a gritarme palabras soeces e innecesarias de repetir , ante lo cual calmadamente bajo el vidrio ,y con indisimulada ironia , le digo: si ya va camino al cementerio , ¿cual es el apuro por llegar ? , obviamente yo esperaba una respuesta grosera , pero el viejo con mucha soltura me contesta , justo para no llegar al cementerio va al medico y va algo atrasado y que por huevones como yo va a perder la hora , yo algo contrariado le digo que al cementerio no hay que apurarse por llegar , pero que al médico le pida algo para su ansiedad , pues pensaba yo que a esa edad debería andar un poco más calmo y sin tanta prisa por la poca vida que le va quedando . El anciano y su acompañante esbozaron una breve sonrisa y se marcharon rápidamente , yo segui mi marcha ,pensando en lo ocurrido .

¿Cuantos de nosotros llegaremos caminando lento al cementerio ? o iremos a todo pulmón gritando nuestra angustia y ansiedad, creo que nos asombramos frente a tanta violencia y porqueria de este pequeño mundo nuestro y no nos damos cuenta de lo violento que somos permanentemente , cuando transitamos por las vias públicas , cuando hacemos la cola del banco y queremos que nos atiendan rápido , en fin ,en cada acción cotidiana, y doméstica aplicamos ese verbo, gesto o acción que solo genera un poco más de mala energía a un mundo que necesita exactamente todo lo contrario , nos asombramos y preguntamos porque suceden hechos como el del 11 de septiembre o los del fútbol y no reflexionamos al respecto , es solo una noticia quequedará superada por otra que genere más rating ,seguramente será algo tan trascendente como una infelidad entre un jugador de tercera y su platinada y modelo esposa...

¿ Cuantos de nosotros queremos vivir mejor ? creo que muchos , pero no damos el impulso necesario para provocar el cambio , si cada dia ,ante una situación adversa fueramos más tolerante y aleccionadores , sin duda iriamos poco apoco cambiando esa mala energía que hoy gobierna casi todo los ambitos , finalmente , no solo en nuestro entorno inmediato , tambien ese casual por el que transitas cada dia y con personas que ni siquiera hemos visto alguna vez , creo que debemos intentar, al menos , comenzar a cambiar para mejorar ese ambiente algo enrarecido y transformar las caras tensionadas ,en al menos, leves sonrisas. Bueno era esta breve reflexion que queria compartir con uds. que de una u otra forma vamos por el mismo camino ... un abrazo

Rodrigo Cabezas I.